El próximo viernes, 6 de marzo, se cumplen cien años de la inauguración de la Sala Cervantes, lugar de consulta de los manuscritos, incunables, impresos antiguos y archivos personales conservados en la Biblioteca Nacional de España. Fundada por iniciativa de Marcelino Menéndez y Pelayo y dedicada en sus orígenes exclusivamente a la obra cervantina, fue inaugurada por los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia.
Para conmemorar este aniversario la BNE realiza visitas guiadas a la Sala Cervantes, el 6 de marzo, en las que se muestra una pequeña exposición de obras representativas de las colecciones que alberga.
La Sala Cervantes es el lugar de consulta gestionada por el departamento de Manuscritos, Incunables y Raros, cuyas funciones principales son: mantener organizadas y conservadas las colecciones de manuscritos, incunables e impresos antiguos, dentro de las líneas de preservación establecidas, realizar el proceso técnico y colaborar en la digitalización de estas colecciones. Además de difundir todo su patrimonio bibliográfico a partir de su consulta de investigadores en la sala Cervantes (abierta de 9 a 20 h. de lunes a viernes y de 9-14 h. los sábados), la colaboración en proyectos nacionales e internacionales, los préstamos a exposiciones, visitas especializadas, los foros y redes sociales, etc.
El investigador que necesita consultar los materiales originales debe seguir las normas de manipulación de fondos establecidas y atender las indicaciones del personal de la sala sobre su colocación, con el objeto de evitar cualquier posible deterioro. Para ello se proporcionan atriles que impiden la apertura forzada de las encuadernaciones y pesos de plomo envueltos en algodón que, colocados sobre los márgenes de las páginas, permiten leer cómodamente y tomar notas. Al igual que en otras bibliotecas, en esta sala solo está permitido el uso de lápiz.
Algunos manuscritos, incunables o impresos antiguos por sus características especiales o estado de conservación no pueden ser consultados en su soporte original y en esos casos se ofrecen las reproducciones existentes, ya sean digitales a través de la Biblioteca Digital Hispánica, en ediciones facsimilares o en microforma.
El notable incremento de obras de fondo antiguo digitalizadas a lo largo de los últimos años, de libre acceso en el catálogo web de la BNE, ha facilitado la consulta remota y el trabajo de investigadores, porque a pesar del tiempo, la Sala Cervantes sigue siendo un espacio para la investigación al que acudir cuando se necesita consultar una de las colecciones más importantes de manuscritos, incunables e impresos raros del mundo.
En su siglo de historia, la sala ha estado acompañada de una serie de cuadros que representan, principalmente, escenas del Quijote que el pintor valenciano Antonio Muñoz Degrain regaló al Estado.